En los tiempos en que la ciencia ficción había tomado posesión de mi lista de lecturas, tuve una experiencia inquietante al leer el libro «Cita con Rama», una novela sobre la forma en que los humanos reaccionaríamos si sucede eso que tantos esperan: un contacto extraterrestre.
Esta mañana (nota: fue en 2008) abrí el diario local en la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra y leí que el autor de esta novela, Arthur C. Clarke, había muerto al otro lado de los trópicos, en Sri Lanka, donde vivía hace muchísimos años.
No es una pérdida para la ciencia ficción. Clarke vivió 90 años durante los cuales produjo novelas famosas y muchísimos cuentos, y gran cantidad de especulaciones sobre el futuro. Todo fue ganancia.
La historia lo recuerda por su participación como inspirador y coguionista del film clásico “2001, una odisea del espacio”, que nos dejó pensando en el futuro al final de la década de 1960, y por haber pronosticado un estallido de las comunicaciones por satélite.
Sobre ‘2001’ se cuenta lo siquiente: hay un cuento de Clarke, “El centinela”, en el cual un grupo de exploradores descubre en la luna un extraño objeto con forma de triángulo. ¿Una puerta hacia… dónde? Al parecer el cineasta Stanley Kubrick leyó este cuento, elaboró sobre él, y contactó por teléfono a Clarke en Sri Lanka. El resultado fue ‘2001’, la película, y también una novela. Hubo secuelas, menos memorables.
Es una película enigmática. Su personaje más recordado es HAL 9000 un supercomputador que indaga ya entonces, hace unos 65 años, en los límites y transgresiones de una inteligencia artificial tal como empezamos a concebirla ahora.
El libro de Rama, titulado en inglés “Rendezvous with Rama”, coloca al lector desde el mismo comienzo frente a un objeto difícil de entender, que se ha aproximado a nuestro sistema solar en el siglo XXII. Tiene la forma de un enorme y largo cilindro.
La exploración de este ‘cuerpo’ se convierte en una exploración de nuestro espacio interior. Una aventura sideral.
Un detalle importante es que quienes hayan construido esa especie de transporte espacial de la novela ignoran por completo la presencia de los humanos en este sistema solar, no les hacen ni un ademán, pasan de largo. Lo que buscan es la energía del sol para ir más lejos en el espacio.
Hay quienes dicen que algo parecido a lo descrito en Rama puede haber sucedido en nuestra realidad. ¿Será cierto? Vivimos en tiempos sorprendentes, a quienes les interese esta comparación la palabra clave en internet es “oumuamua”. Pero ojo, como la mayor parte de la ciencia ficción, es especulación…
Texto de Luis Córdova.
Imagen Oumuamua en el European Southern Observatory, crédito ESO/M. Kornmesser.
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