Pensamientos embutidos (¡spam, spam, spam!)

En un momento de soledad escucho el sonido cosmofónico de mi teléfono móvil y corro hacia el aparato para leer mi mensaje, un saludo, quizá una propuesta indecente. Pero oh, es sólo otra publicidad, otra infame aparición del «spam», esos mensajes tan masivos como indeseados.

En tiempos de internet vivimos expuestos a mensajes no solicitados. Al principio llegaban por correo electrónico, pero con la multiplicación de plataformas también han proliferado los territorios donde se practica el spam.

Los sms, los comentarios de sitios web, las llamadas robóticas, las notificaciones misteriosas, el whatsapp, y claro, el email. El spam se cuela por todas partes.

¿Cuándo comenzó el spam? Aunque no hay una historia oficial, una versión sitúa el primer acto de spam comercial en 1994, en el mundo de grupos de noticias o Usenet. Los abogados Laurence Canter y Martha Siegel enviaron un mensaje colectivo a grupos de Usenet ofreciendo resolver problemas de migración en Estados Unidos. El episodio detonó avalanchas de protestas. Pero se había roto una frontera.

Y el término ‘spam’, ¿de dónde salió? La respuesta la conocen quienes han visto o incluso degustado un ladrillo de carne embutida en una lata, de consistencia casi esponjosa, que forma parte integral del folclore gastronómico norteamericano. 

Esa carne se llama Spam.

Las latas de Spam fueron introducidas en el mercado en 1926 por la empresa de alimentos Hormel y con el paso de los años se han convertido en un ícono. «Néctar de dioses, héroe de los picnics», aseguraban en The Amazing Spam Homepage. 

Sin embargo sus detractores también tienen sitios web y lanzan una consigna definitiva: «NO a las carnes misteriosas».

Una búsqueda en internet develará que estas latas son populares.

El grupo de comediantes británicos Monty Phyton, los mismos de “La vida de Brian” y otras películas, hizo un famoso episodio de su serie Flying Circus en el cual una pareja va a comer en una taberna frecuentada por vikingos, donde la encargada ofrece en el menú “¡Spam, Spam, Spam!”.

Se dice que de este episodio de Python nació la asociación con los emails repetitivos.

Entretanto la famosa carne embutida en una lata sigue existiendo, en medio de dudas sobre sus ingredientes, de legiones de adoradores y detractores, y de noticias sobre su uso como producto de lujo en algunos países. 

¿Carne deconstruida, reconstruida y luego reensamblada?  ¿Misterios del átomo resueltos con fines gastronómicos? ¿carne? ¿Acaso este artículo no era sobre internet?

Luis Córdova

Nota de producción: el original de este artículo apareció en la revista Interra en Chile, en los años 90. Esta es la versión editada.

Tanto el video de Monty Phyton como los datos sobre el origen del spam en Usenet pueden ser encontrados en Wikipedia, entre otras fuentes.

La imagen es una captura del video de Monty Phyton en Youtube.


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *